domingo, 29 de enero de 2017

MUTACION


Estoy en la esquina de Torchiana, en 19 de Marzo, y dos muchachos me abordan preguntándome el nombre de dos calles. Les señalo en dirección al Náutico y les digo que deben trasponer la barranca para que las calles tengan nombres, ya que en el casco urbano a todas se las denomina por números.

Zárate había mutado en La Plata.


CUENTAS PENDIENTES

"Señores, antes de entrarle al asado, deberíamos arreglar cuentas", digo en voz alta a mis compañeros de mesa. Viene una señorita y me señala, recuadrándolos con el dedo, a dos señores que están sentados en un extremo, contra la ventana. Son los encargados de cobrar, informa. Uno de ellos me parece Cóppola, al que vi entrar ayer a la mañana en la Boston de Varese, mientras desayunábamos con mi hija. "Hay que dividir entre once", añade la chica. "Pero si acá hay más de treinta personas!", me quejo. Un silencio incómodo.
Voy a la entrada del salón y me paro ahí para contar los comensales. Eludo una gotera que lo enchastra todo. Me encuentro con la psicóloga de mi papá, a la que no veo desde hace años. La abrazo y le pregunto cómo está papá. Ella, apoyando tristemente la cabeza en mi hombro, me contesta que ya no está...


lunes, 16 de enero de 2017

Advocatus Diaboli

Todos tenemos en nuestro haber alguna agachada, alguna cobardía, un instante de ruindad, una noche espantosa. Y también, todos, hemos dejado en el camino distintos testigos de esas miserabilidades. Supongamos que un fiscal diabólico los citase a declarar uno tras otro,en una única audiencia. Hasta dónde soportaríamos la audición de esos testimonios?


domingo, 15 de enero de 2017

PORTAL

Tenía que cerrar la puerta del fondo. Lo había intentado un par de veces, con unos candados, pero estaba tan desvencijada que por más ingenio que pusiese podía abrirse con un simple empujón. Ahora mi hija me acaba de revelar que el secreto radica en un candado extra, trabado en un aro de hierro que estaba en el piso y que yo no había advertido. Me pongo a trabajar presuroso. Cae la noche y la puerta del patio es el acceso preferido de todos sus demonios.


Beckett en La Matanza

Están ahí, en el medio de la nada, de la noche, del barrio. Fuman, no importa qué, si porros o cigarrillos, fuman algo y eso sí... no hablan. El policía llega y los interroga. Balbucean, y del confuso relato parece desprenderse que vienen o van, o deliberaban si irían al cumpleaños de un amigo o de un familiar o de un conocido o desconocido, mujer u hombre. Se quedan quietos, aguardan algo que no llega, como Vladimir y Estragón. Sin embargo, Beckett nunca estuvo una medianoche en el conurbano bonaerense.


sábado, 14 de enero de 2017

MAL DE MUCHOS

23 de julio de 2016, Pcia, de Entre Ríos

Me detengo en un camino de tierra, en un negocito de algo, el único lugar donde puede haber gente.
En efecto, encuentro dos hombres.
Después del saludo, preludio la consulta con : "me parece que ando un poco perdido..."
El que tiene pinta de ser el dueño, me interrumpe: "medio país anda como usté, mi amigo!"


EL POETA VALENCIANO

16 de octubre de 2015

Al contrario de muchos, creo que las visitas guiadas pueden ser útiles en lugares donde uno se va a quedar un tiempo. Eso permite volver a lo que te interese y no gastar energía en lo que no.
Ahora, si vas a estar un día en una ciudad, es preferible patear por las tuyas, que irte con la ilusión que la conociste, porque un guía te contó un par de boludeces.
Eso hice esta mañana, tempranito, en Valencia. Ubiqué en el plano el casco histórico, pregunté que bus podía coger -si decís agarrar, acá piensas que vas a pegar un zarpazo-, y me subí a él, rumbo a la Plaza del Ayuntamiento.
Planito y lupa en mano, acompañaba el trayecto del ómnibus (odio andar pidiendo que me avisen donde bajar, como si fuese un turista tarado), cuando un cartel luminoso en una parada me confundió, porque no coincidía con mis cálculos del recorrido que faltaba. Ahí capitulé y pregunté. Los españoles son muy amables y el señor mayor que estaba sentado delante mío no fue la excepción. Me confirmó que faltaba bastante, y que el error había estado en la interpretación del cartel, no del plano.
El venerable galaico siguió la conversación indagando sobre mi nacionalidad, y cuando se la dije, me repreguntó si comprendía bien el español.
Vaya a saber que brutal degeneración del idioma pensaría que practicamos en la Argentina. Eso si es que sabía que resulta común con el suyo.
Zafé, cortés, contestándole que si bien había muchos modismos diferentes, lo entendía perfectamente.
Aprobado que fuese el examen de lengua, pasa a preguntar si me gusta la poesía.
Respondo que sí, que admiro a poetas españoles, como... no alcanzo a mencionar ni a Lorca, ni a Machado, ni mucho menos a Alberti o Alexaindre, que se presenta como poeta y acto seguido pasa a descerrajarme dos piezas de su autoría.
La primera versaba sobre la madre, y terminaba advirtendo que se la debe honrar tanto viva como muerta.
La segunda relataba las penurias de los ancianos, privados del afecto de los hijos, que terminan abandonándolos en un geriátrico, único lugar donde encuentran algún solaz, entre personas de su misma edad.
La de la madre la recitó con mucho sentimiento, haciendo pausas estudiadas para causar efecto, y poniendo énfasis en los pasajes preceptivos. La otra, si bien la empezó de igual manera, comenzó a acelerarla de pronto, sin lógica, tipo Pinti, lo que me hizo pensar que estábamos llegando a mi parada.
Efectivamente, con el último verso, el bus se detiene, y casi sin aliento, el señor me indica que debo bajarme.
Mientras lo hacía, me gritaba que hoy actuaba no se en dónde, que me invitaba a verlo.
Estas cosas no te pasan en los tours...



Todo sube, menos la sal...

Hace más de una década, me desperté en el dpto. de una señorita, que amorosamente, me estaba preparando el desayuno. Hablaba mucho, y le pedí que se calle un momento, porque quería recordar un sueño. Se puso furiosa, argumentaba que ella, aún con dolor de ovarios, me había preparado el desayuno, y yo pretendía que se calle... por un sueño!!! 
Que anduviese con la regla podía exculparla por su reacción, pero en absoluto por el menosprecio de los sueños. No volvería a andar con alguien que no los valorase.
- Sueño mucho.
- Varias personas me comentaron que sueñan mucho acá
- Son sueños muy vívidos, tocás a los muertos, los olés
- Lasalmasbajan
- Qué?
- Lasalmasbajan
- La sal más baja??? No entiendo...
- Las - almas - que - bajan
(escrito cuatro años atrás en Mar de las Pampas - Mar de los Sueños)