viernes, 13 de julio de 2018

INVASION

Un grupo de muchachos invade mi casa. No son agresivos, pareciera que están en plan de trabajo, arreglos, modificaciones, algo así. Sin embargo, las tareas no tienen sentido. Traen y llevan cosas de un lugar a otro, permanentemente. Una chica acomoda un colchón en el escritorio. Eso me alarma, es como si pensaran instalarse. Los interrogo sobre su presencia ahí, cómo llegaron, cuál es su propósito... Las respuestas resultan tan incoherentes como sus acciones. Les pregunto si los mandó alguien. Aparece un señor mayor, que se hace cargo. Es un enmarcador de cuadros. Lo increpo, ya enojado. Lo insto a que se largue con toda su troupe. Me dice que él tiene la llave de la casa desde hace tiempo y me la exhibe. Le contesto que no puede haber entrado con esa llave, porque hace poco cambié la cerradura. "Esta llave abre todas las puertas", se ufana, socarrón. Y se va.