domingo, 8 de diciembre de 2019

GUIANDO AL SUEÑO

Dormiste mucho, pero decidís no despertar hasta que no hayas soñado ese sueño.
Cuando por fin empieza lo vas guiando, no vas a permitir que se dispare hacia donde quiera.
Subís lentamente los escalones de esa casa que hace décadas no pisás, que dejó de ser tuya para siempre.
Notás que la están restaurando, que se están dedicando a barnizar los zócalos de madera con un caoba de los antiguos.
No tiene que ser cualquiera quien esté a cargo del trabajo, no querés sorpresas desagradables.
Empezás a recorrer los ambientes desiertos y aparecen sensaciones dormidas en otros tiempos.
Cuando llegás al último, al más íntimo, no encontrás a quien suponías o esperabas, pero la persona que te recibe te dedica un abrazo cálido, que no es de reconciliación, sino de llanto por el mundo  definitivamente perdido. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario